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MARATÓN DE CARPFISHING - 48 HORAS

La Sociedad Deportiva de Pesca Siberia - Lares organiza una Maratón de Carpfishing de 48 horas. Desde la tarde del viernes 26 de septiembre de 2008 hasta el mediodía del domingo 28 de septiembre.
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¡NO TE LO PUEDES PERDER!

¡CAPTURANDO AL CAPITÁN SHERMAN!



El pasado 8 de septiembre dos vecinos de la localidad extremeña de Esparragosa de Lares recibieron una calurosa aclamación popular en la plaza de dicha localidad tras pescar un siluro de 1.80 m.

“No podíamos creerlo,” –nos cuenta CARLOS ALCOBENDAS CERRATO, uno de los protagonistas de nuestra historia- “por fin lo habíamos conseguido. Unos bigotes largos asomaban tímidamente del agua sin dejar de moverse.”


Hacía ya mucho tiempo que fantaseaban con viajar hasta allí, varias veces habían programado la “excursión” y varias veces había surgido algún imprevisto. Esta vez todo estaba planeado para el día 5 de septiembre, coincidiendo con el comienzo del puente del día de Extremadura y aprovechando, por lo tanto, ese día más de vacaciones que haría del viaje una experiencia inolvidable. Los preparativos habían llevado semanas: localizar lugar donde poder dormir, proveerse de equipamiento adecuado, incluyendo cañas, anzuelos y sedal, todo especialmente diseñado para la ocasión, adquirir un cebo irresistible para los “comensales,” explorar la zona por Internet y pasar muchas noches en vela divagando sobre los posibles inconvenientes y problemas inesperados que pudiesen surgir, …en resumen, muchos dolores de cabeza.


“El día 4 pasamos el día trabajando sin saber realmente lo que hacíamos, sólo veíamos agua y peces.” –confiesa A. JESÚS VIGARA HIDALGO, el otro protagonista de la historia- “Fue un día interminable de nervios y trabajo duro.” En este día hubo que preparar todo lo que no se había podido hacer a largo plazo: abastecerse de mantas y chubasqueros, ya que el hombre del tiempo anunciaba frío, agua, tormenta y más agua, provisiones y no se cuántas cosas más.
A las 8 de la mañana del día 5 estaban todos levantados y trabajando, acumulando equipaje en el carro, el maletero, los asientos del coche y cualquier otro hueco que hubiese quedado libre. Tras varios imprevistos y retrasos (los intermitentes del carro no funcionaban y hubo que arreglarlas en el último momento), se pusieron “en ruta” sobre las 12 del mediodía. Por fin comenzaba la aventura.
El día 6 tuvo lugar el primer contacto con el indomable Ebro. Estaban en Caspe y todo era nervios e impaciencia por comenzar a pescar. “Nos levantamos muy temprano y montamos los puestos en medio de unos “cortaos” impresionantes. Había una profundidad de más de 30 metros y ahí lanzamos el cebo y las cañas.” –asegura Carlos-“El río era tan profundo que a dos metros de la orilla ya no podía verse el fondo.” Esa mañana fue tranquila, demasiado. Los pescadores no tuvieron más remedio que conformarse con pescar a lance y coger algún que otro lucioperca. Tras tal desazón, decidieron recoger y darse una vuelta por el lugar “para conocer el terreno.” Recorrieron los alrededores preguntando a todo pescador que veían cerca de la orilla: “En el primer puesto al que nos acercamos, nos dijeron que aquella zona de Caspe no era tan buena como en otros tiempos pues el agua había bajado mucho.”-nos cuenta Jesús-“Nos aconsejaron ir a “Cuesta Falcón.” No hubo suerte allí tampoco, los que pululaban por allí eran carpistas y les enviaron a Chiprana, una localidad cercana a Caspe en la que se decía se habían cogido las mejores capturas de siluros en las últimas semanas.
“Nos acercamos al río y allí vimos a varios pescadores y algo que se movía cerca de la orilla. Salimos corriendo por el monte directamente a preguntarles por su jornada de pesca. No sabíamos que ése iba a ser nuestro primer contacto con los tan ansiados siluros.”
Les llevaron directamente a la orilla, junto a una cuerda atada a una piedra y ¡ahí los vieron por primera vez! “Tiramos de la cuerda y ahí estaban, 5 siluros de distintos tamaños. Son peces feos, pero en aquel momento nos parecieron los bichos más bonitos del mundo. Ya sólo nos faltaba pescar alguno nosotros.”
“La mitad del fin de semana había pasado y aún no nos habíamos puesto a pescar en serio. Empezábamos a preocuparnos.” El domingo por la mañana prepararon de nuevo los aparejos de pesca y se dirigieron sin dudar a Chiprana. “Hacía calor, mucho calor, y nos sobraban todas las mantas y los chubasqueros que llevábamos en la maleta.” Había que cebar lejos de la orilla y no hubo más remedio que hinchar una barca y remar con el cebo dentro para dejarlo caer en el lugar más idóneo. Lo mismo se hizo con los anzuelos cebados. Según nos comentan, sólo querían atraer a los siluros de modo que pusieron de 5 a 6 pelets en cada anzuelo para evitar que las carpas se lanzasen a ellos.
Con muchas paciencia y dando varios viajes en la barca hinchable, dejaron caer en el agua 6 sedales, justo en el medio del cebadero. Ahora ya sólo quedaba esperar, y eso hicieron.

“Entre cervezas y pinchos de tortilla se fue pasando el día.” –nos comentan entre risas. Y pasó también la tarde y no había ni rastro de los tan ansiados siluros. Ya tarde se fueron a las tiendas de campaña no sin cierta desazón por irse a dormir sin haber tenido captura alguna.

A las tres sonó la primera alarma, levantarse y coger la caña fue todo uno, tras varios minutos forzando la captura lograron acercarla a la orilla. Sin embargo, se llevaron un tremendo disgusto al ver que no era un siluro sino una carpa lo que había acudido a comerse los pelets del anzuelo. “En cualquier otra ocasión nos hubiésemos alegrado de ver esa carpa pues era muy grande, pero no era eso lo que andábamos buscando en aquel momento. La cuenta atrás ya había comenzado y seguíamos sin capturar nuestro siluro.” Desconsolados volvieron a las tiendas aunque nos confiesan que no pudieron pegar ojo en toda la noche. A las 6 volvió a sonar la alarma y esta vez sí hubo premio: lo que quiera que fuese pesaba muchísimo y era difícil de atraer a la orilla. “Tras casi media hora de lucha con el pez, los brazos empezaban a resentirse por el peso”-nos comenta Carlos- “así que le pasé la caña a mi compañero Jesús y mientras él lo arrastraba cada vez más cerca de la orilla, yo me metí en el agua, me puse unos guantes y, cuando tuve al siluro lo suficientemente cerca, le metí la mano en la boca para poder sacarlo del agua completamente.””No podíamos creerlo, por fin lo habíamos conseguido.”

Amarraron al “Capitán Sherman” con una cuerda y después posaron un rato para las fotos, lo devolvieron al agua, no sin antes amarrar la cuerda que lo sujetaba a un árbol y, ya más felices y sosegados, volvieron a las tiendas de campaña con el sentimiento de haber dejado el trabajo bien hecho. Según nos cuentan, le les escaparon otros dos siluros y se les ha quedado esa espinita pero yo creo que deben sentirse muy satisfechos por lo que han conseguido.

Tras una larga noche de insomnio, llegó la mañana del día 8 y había que recoger “los trastos” y emprender el camino de regreso al pueblo. Lo primero fue colocarlo todo de tal manera que quedase una zona amplia y privilegiada para el pasajero que se uniría a ellos en este viaje así que prepararon al siluro un hueco enorme en un lateral del carro y lo forraron con plástico. Lo siguiente fue otra sesión intensa de fotos. “Queríamos hacer tantas fotos como fuera posible, no era una cosa que se viera todos los días y no sabíamos cuándo volveríamos a pescar un siluro.” –nos comenta Jesús, todavía emocionado. Lavaron al capitán y lo metieron en el carro, lo cubrieron de hielo para que no se estropease e iniciaron la vuelta a Extremadura.
Todo el pueblo acudió a la plaza para ver semejante pez, unos preguntaban qué era, otros que dónde lo habían pescado, algunos otros que si era comestible… pero todos coincidían en que era lo más grande que habían visto nunca y ninguno se privó de fotografiarlo e intentar levantarlo. Tal como nos lo describe Carlos: “Ha sido una auténtica odisea.”

Redacción: Mª José Rodríguez Díaz.

EL PEZ GATO EN EL EMBALSE DE LA SERENA

Pez Gato (Ameiurus melas)

Identificación: el cuerpo es macizo y robusto, desprovisto de escamas, muy recubierto de mucosidad, cilíndrico en la parte anterior y comprimido en la posterior. Los ojos son pequeños, redondos, bastante salientes y muy distantes entre sí. La cabeza es ancha y deprimida. La boca -horizontal, corta y amplia, con labios carnosos v no salientes, dotada de dientes apuntados, finos, cónicos y dispuestos irregularmente en varias series- dispone de 4 pares de bar-billones: 1 en correspondencia con los orificios nasales posteriores, 1 al lado del labio superior y 2 en la parte inferior de la mandíbula. La aleta dorsal tiene un 1 radio indiviso y 7-9 radios divididos, la anal 15-22 divididos, las pectorales 1 indiviso y 8 divididos, las ventrales 8 divididos y la caudal tiene el margen ligeramente convexo. Los radios anteriores de la aleta dorsal y de las pectorales son espiniformes y con los márgenes posteriores poco dentados o casi lisos. La mayor parte de la aleta adiposa está casi totalmente sujeta a la parte inferior del dorso.
Librea: el dorso es pardo negruzco, los flancos son del mismo color, pero más claros y a veces con tonos verdosos, el vientre es amarillento o blanco amarillento. Las aletas son parduscas o gris negruzcas, con posibles tonos pardo rojizos y los radios son negros. Los barbillones son negruzcos, con posibles reflejos verdosos. La parte caudal del pedúnculo homónimo tiene una banda clara vertical.
Longitud: hasta 60 cm (media 25-35 cm).
Peso: hasta 3 kg (medio 200-650 g).
Distribución y hábitat: zonas palúdicas, lagos, estanques y ríos de curso lento de los Estados Unidos (del Maine a Georgia, por el oeste hasta la cuenca del Mississippi) y Canadá sudoriental (Ontario). Ha sido importado, con aclimatación, en otros estados de los Estados Unidos y (desde 1871) en muchos estados europeos. En Italia apareció en 1904 (provincia de Bologna) y en 1906 (provincia de Ferrara y Vicenza), en 1926 llegó casualmente al Ticino y luego se difundió por todos los ríos principales de la Padania. A continuación fue introducido en el único lago natural de Cerdeña (el de Baratz en Nurra) y en algunas regiones centrales donde está en continua expansión.
Hábitos: pez no migratorio, que frecuenta aguas ricas en vegetación y de fondo fangoso o arenoso. Los jóvenes son gregarios y activos antes del alba y al atardecer, los adultos son solitarios y desarrollan actividades sobre todo nocturnas. Pasa los momentos de inactividad oculto en la base de las hidrófitas o enterrado en el sustrato de los fondos: gracias a este comportamiento consigue sobrevivir en caso de desecación temporal de las aguas en las que vive. La freza tiene lugar de marzo a julio, en tramos donde la temperatura del agua es superior a los 18-21 0C. Los dos sexos se colocan primero hocico contra hocico, con los barbillones de uno dispuestos Sobre el cuerpo del otro y viceversa; luego retroceden y se mantienen siempre en contacto con los barbillones, finalmente se dirigen uno contra el otro y se dan una serie de cabezadas enérgicas y recíprocas; a continuación se colocan uno junto al otro, muchas veces al contrario, y mientras la hembra pone los huevos tras largas contracciones del cuerpo, el macho los fecunda y más o menos al mismo tiempo cubre con su cola la cabeza de la hembra. La hembra (el macho o ambos) excava un hoyo de las mismas dimensiones de su cuerpo en una zona más o menos protegida por la vegetación sumergida o por un cobijo natural de cualquier tipo; allí pone hasta 4000 huevos de color crema y de unos 3 mm de diámetro, rodeados por una sustancia gelatinosa. Los huevos eclosionan al cabo de 5-10 días, y tanto ellos como sus larvas (hasta que los alevines alcancen los 5 cm de longitud) son custodiados por el macho o también por la hembra. Muy característica es la formación en esfera que adoptan los pequeños peces gato cuando se desplazan con los padres o con uno de ellos.
Alimentación: se nutre de vegetales, bivalvos, crustáceos, larvas de insectos, moluscos gasterópodos, peces (incluso de su misma especie) y sus huevos. Las espinas de sus aletas (dorsal y pectorales) protegen al pez gato de eventuales depredadores, incluso en los momentos de inactividad y cuando está enterrado en el fango de los fondos de las zonas acuáticas en las que vive.
Madurez sexual: a los 2 años.
Longevidad: tal vez hasta los 9-10 años, pero por lo general parece no superar los 5 años.
Importancia: su carne, de color blanco naranja, es dulzona, sabrosa y debe ser pelada antes de la cocción. Esta especie, que reviste un discreto interés comercial en casi toda Europa, se vende viva o muerta (fresca refrigerada): en ambos casos, pero sobre todo si el pez aún está vivo, debe ser manejado con mucha cautela ya que sus radios espiniformes pueden provocar heridas dolorosas y de lenta curación.
Pesca: se trata de una especie muy vital y vivaz, tenaz y hambrienta que se puede capturar de noche, sobre todo durante el verano, con sedales de fondo cebados con lombrices, etc. En muchos países europeos existen piscifactorías.
Protección: ninguna. En realidad el pez gato es alóctono y debería ser eliminado de todas las aguas naturales de Europa. Por desgracia es objeto de continuas e insensatas introducciones -algunas por descuido - y gracias a su eco etología consigue sobrevivir en condiciones ambientales extremas y adversas para otras especies ícticas.

III OPEN DE BLACK BASS DESDE ORILLA POR PAREJAS "DOBLE CLASSIC"

El próximo 21 de septiembre de 2008 se celebrará en aguas del embalse de García Sola, el tercer Open de black bass por parejas denominado "Double classic". Tienda Cachorro y tienda Alemapapesca, organizadores del evento, han decidido adelantar la fecha de este clásico y el cambio de escenario, por motivos de organización. Se ha dotado al concurso de premios hasta las 20 primeras parejas clasificadas y también serán obsequiadas las 5 piezas mayores. Los premios están compuestos por trofeos, material de alta gama, "patos", productos ibéricos y premios sorpresas. Al finalizar el evento habrá aperitivos y bebidas para todos. El precio será de 40 euros por pareja. La información e inscripciones en tienda Cachorro, en el teléfono 647 05 31 74 ó haciendo un ingreso en el número de cuenta de la Caixa: 2100 4573 61 0200032050.
Más información, bases y horarios del concurso en: www.spainbass.com o www.alemapapesca.es

¡ Lucios en La Serena !

El lucio prospera en el olvido. Eso asegura un nuevo dicho que al parecer debe encerrar algo de cierto. Desde que en los años 50 fuese introducido por el ICONA en la Península Ibérica, las cosas no han pintado demasiado bien para el ‘lobo’ de agua dulce. En determinadas masas de agua se le acusa injustamente, a la vez que se persigue y se intenta sin éxito su erradicación.
Lejos de esas aguas aledañas al círculo polar ártico que le son propicias, en un enclave situado en plena Siberia Extremeña, podemos afirmar que la presencia del Esox lucius es toda una realidad. No nos referimos ni al conocido Embase de Orellana ni a las aguas del río Zújar, de sobra conocidas por albergar abundantes ejemplares de esta especie. Durante las pasadas semanas, las capturas de esócidos en los mas de 2700 hectómetro cúbicos del Embalse de Serena no solo han sido frecuentes, sino en ocasiones numerosas e incluyendo individuos de buen porte. ¿Cómo afectará la presencia del ‘northern pike’ en estas aguas atestadas de alimento en forma de ciprínidos como barbos y bogas?. ¿Qué sucederá con los basses de la presa que en su día fué la mayor de Europa Occidental?. El tiempo lo dirá…